Hace 250 años que se celebra en Villajoyosa una de las fiestas patronales más reconocidas del mundo. La festividad de Moros y Cristianos en honor a Santa Marta se celebra a mitad de año y conmemora el ataque de piratas que sufrió la Villa en 1538 en el que la Santa habría intercedido para sacar victoriosa a la villa luego de un combate naval. A la fiesta la engalanan bandas marciales, carrozas y la mejor oferta de paellas de España.
El Museo del Chocolate es un recorrido obligado para los turistas, allí los visitantes pueden viajar a través del tiempo en la fabricación, distribución y consumo del chocolate tanto de la época contemporánea como de los siglos XIX y XX. Al final, una degustación deja antojados a todos los visitantes.
Y si de historia se trata, el casco antiguo de Villajoyosa conserva el panorama marinero de este municipio que hoy tiene alrededor de 30 mil habitantes. Su arquitectura renacentista da muestra de las construcciones de la reconquista. Allí, las calles de piedra, las casas colgantes sobre el rio Amadorio y las iglesias góticas surten el turismo religioso que brinda la región.
A las costas que bordean la ciudad la decoran las ruinas de las construcciones defensivas con las que la Villa evitaba ataques de barcos piratas que pretendían anclar en alguna de las nueve playas que hoy se visitan y en las que se puede practicar nudismo y submarinismo. Las casas playeras de Villajoyosa tienen fachadas multicolores desde donde se puede apreciar la práctica del Windsurf o el puerto pesquero que aun provee de alimentos al municipio.
En Villajoyosa el paladar se puede deleitar con los platos típicos de la región: caldo de pescado, arroz y postres hacen parte de la Muestra de Cocina Marinera en la que participan los restaurantes y chefs tradicionales que terminarán por complacer los gustos de todos los visitantes.