Tipos de vivienda en Vera

Aunque la llaman el desierto, Vera tiene un encanto que se aleja de ese angustioso peregrinar que imponen los lugares áridos. Lejos de eso, este trozo de litoral almeriense, reúne los elementos de un paraíso natural. Playa, montaña, ambiente, religiosidad, no hay encanto que escape a este lugar. Y nadie que se sienta excluído de Vera.

En Vera, puedes disfrutar del mar y la arena, tomando el sol en el Playazo, pero igualmente hacerlo si te gusta practicar el nudismo, pues para ello cuentas con el oasis nudista, que tiene su propio hotel donde sentirte como en casa. El clima tropical es idóneo para quienes buscan relajarse mientras disfrutan del sol, y Vera es escenario de aventuras, como toda Almería.

Si Vera se te quedase pequeño, cosa imposible, tienes la posibilidad de acercarte a sus pueblos limítrofes, Garrucha, y el Pueblo Índalo, un lujo en el mar, donde relajarse y olvidarnos del estrés que bastante nos atormenta durante el resto del año. En Garrucha, disfruta de su cine de verano, saboreando unas deliciosas gambas. En el Pueblo Indalo, juega a la aventura del desierto con sus dunas.

Vera también es el sueño hecho realidad para quienes gustan de los deportes de viento, como el surf, o la vela. Y para que los más pequeños echen a volar sus cometas. Y es que el viento siempre se hace presente, por lo que deberás tener cuidado con la protección solar.

También si lo tuyo es el golf puedes practicarlo acercándote al Cortijo de Turre. Si lo haces, espérate allí al anochecer, y es que no puedes perderte una cena entrevelas en sus terrazas, junto al pub irlandés andaluz. Un lugar que no podrás encontrar en otro sitio. Además, mientras cenas, verás una partida de jabalíes corriendo por los campos.