Un chalet es un tipo de vivienda unifamiliar, independiente y habitualmente con jardín o terreno contiguo a la edificación, con la particularidad de disponer de varias plantas en contraposición a otro tipo de viviendas. Precisamente la división en plantas hace que se puedan separar espacios e incluso permitir que haya varios usos, como puede ser profesional (zonas de despacho privado) y privado o varias atmósferas en una misma vivienda. Una distribución muy común, por ejemplo en una planta suelo para el uso más cotidiano y la alta para los dormitorios y estancias más privadas como estudios y baños amplios (más allá de los aseos funcionales ubicados en la planta baja).
Originariamente, la palabra chalet proviene de un tipo de construcción residencial suiza, de materiales muy rústicos, como la madera o la piedra, en el cual la planta suelo se utilizaba como granero, establo, almacén... y el resto de plantas estaban orientadas a cubrir las necesidades habitacionales para las diversas estaciones del año. En la actualidad han evolucionado a construcciones ligadas tanto a los entornos más urbanitas como a los más rurales. Habitualmente relacionados con un nivel de vida medio - alto, dado que el precio del suelo es bastante elevado para que lo asuma un solo propietario (en pisos o apartamentos el precio del suelo se reparte entre varios vecinos). En zonas rurales o en la periferia de las ciudades el precio de un chalet se asemeja bastante al de un piso de características medias en una urbe, pero en la propia ciudad disponer de un chalet puede suponer tener que realizar un esfuerzo económico muy elevado, por lo que no es apto para todos los bolsillos.
Adosados, bungalows, en el campo, en la ciudad, de estilo americano, germánico... En cualquier caso estamos hablando de un tipo de construcción que ha sabido adaptarse a los tiempos y ha pasado de ser una de las viviendas que mejor aprovechaban las condiciones naturales para facilitar la dura vida de los campesinos y ganaderos a ser un tipo de vivienda confortable, cosmopolita y actual, pero sin olvidarse de sus orígenes y evocando en cada rincón su uso más tradicional heredado de las antiguas construcciones suizas.