Es una ciudad situada al norte de Alicante, a los pies del Macizo de Montgó, un importante parque natural. El Montgó registra habitantes desde la era paleolítica superior y en su historia se esconden millones de detalles.
Desde las primeras colonias dedicadas al cultivo, hasta las cuevas prehistóricas, atravesando los vestigios de pueblos ibéricos y asentamientos árabes que capturan la atención de todo aquél que tiene el gusto de visitar la ciudad.
Los antiguos romanos construyeron la ciudad en honor a la diosa Diana, motivo por el cual este puerto es, en la costa española, de los más activos. Desde ese momento hasta nuestros días, la hermosa Dénia no ha dejado de ser motivo de visita para el turismo.
Cuenta con un valioso patrimonio tanto histórico como cultural en donde se destacan astilleros, el edificio del Ayuntamiento (que conserva en su fachada dos lápidas procedentes del antiguo templo de Diana), los barrios “Baix la mar” y “Les Roques”, la Casa Fortificada de Beniyzaina, declarada Bien de Interés Cultural y la Caseta del Pare Pere, ejemplo de arquitectura agrícola y rural del siglo XVII.
Las construcciones eclesiásticas son también motivo importante de visita. Sobresale sin duda la Iglesia de la Asunción, que cuenta con retablos barrocos y renacentistas del siglo XVIII y la Iglesia de San Antonio, del siglo XVI, además de numerosas ermitas.
Dénia también tiene mucho que ofrecer a quienes desean unas vacaciones de sol y playa. La ciudad cuenta con una larga franja de playas que están reconocidas por sendas certificaciones de gestión de medio ambiente (ISO 14001) y de calidad (ISO 9001-2000).
La oferta gastronómica también es digna de mencionar entre sus atractivos turísticos: el arroz, el marisco, y el pescado, y muy especialmente la famosa gamba roja hervida, el pulpo y la cazuela marinera son la base de un excelente menú que nadie debería dejar de probar.