El terreno como propiedad es un área o espacio de tierra perteneciente a una persona física o jurídica, destinada a un uso determinado. Por lo general el concepto de terreno comprende también lo que lo cruza salvo que sea expresamente indicado, como ríos, espacio aéreo y demás elementos de la naturaleza en la que se ubica.
Se pueden clasificar los terrenos en urbanizables y no urbanizables o también conocido como terreno rústico. El suelo perteneciente a un terreno que reúne las condiciones administrativas y dotaciones necesarias, como por ejemplo abastecimiento de electricidad y aguas, es denominado terreno o suelo urbano. Por contra, aquellos terrenos no urbanizables suelen ser aquellos protegidos expresamente dado su valor paisajístico, histórico, medioambiental con el objetivo de no ser alterados por la acción humana o ser alterados de forma mínima, siempre dentro de unos límites legales.
Es importante indicar que el hecho de que un terreno sea catalogado como no urbanizable no significa que no se pueda construir en él. Por ejemplo en muchas ocasiones en este tipo de terrenos se ubican casas unifamiliares totalmente legales, como viviendas asociadas a las explotaciones ganaderas.
Por lo general los terrenos urbanizables poseen un valor de suelo mucho más elevado que los no urbanizables dada su ubicación, dotaciones y posibilidades de explotación por parte del propietario.