Tipos de vivienda en Teruel

Teruel existe. Así lo certificó la Unesco cuando reconoció, en 1986, parte de su arquitectura mudéjar, la torre de la Iglesia del Salvador, como Patrimonio de la Humanidad. En los últimos años se ha convertido en destino típico del turismo de interior español, uno de los sectores que, junto con el público, más ha nutrido a su economía.

Con alrededor de 35.000 habitantes, es la capital de provincia española menos poblada, y solo puede accederse a ella por carretera desde la A23 (que la comunica con Zaragoza y Valencia), la N-420 (con Cuenca y Cataluña), la N-330 (con Alicante y Albacete) y la N-234 (con Soria y Burgos). El Ferrocarril Central de Aragón la une con Zaragoza y con Valencia. Algo ha llovido desde 1999, cuando nació la plataforma Teruel Existe, con gran repercusión mediática, para protestar, entre otros motivos, por que la provincia no contase entonces con un solo kilómetro de autovía.

Erigida a más de 900 metros de altura sobre una muela que se levanta cerca del cruce entre los ríos Turia y Alfambra, Teruel exhibe con orgullo, entre veranos suaves e inviernos fríos, su título de capital de interior. Dentro de su muralla se conserva un hermoso casco histórico, testigo de su pasado romano, árabe y judío, repleto de lugares donde tomarse una foto (como la Fuente del Torico) y con una parte alta llena de callejuelas desordenadas con encanto.

A 38 kilómetros está la Sierra de Albarracín, conocida también por la belleza de su paisaje y la riqueza histórica de sus pueblos, edificados en ese característico color rojizo que los lugareños llaman rodeno. La ‘capital’ de la sierra, Albarracín, ha logrado frenar su despoblación precisamente gracias al impulso del turismo, que ha atraído, además, a multitud de trabajadores extranjeros, quienes actualmente conforman alrededor de un 12% de su población.