Una casa es un tipo de edificación construida con el objetivo de ser habitada. Popularmente el término casa se utiliza como sinónimo de hogar y es por este motivo por el que en España es complicado definir las diferencias con el resto de tipos de vivienda.
Puede disponer de varias alturas, sótano, semisótano, azotea, patio, jardín e incluso terraza. Cualquier otro tipo de vivienda no es capaz de reunir todas estas características o disponer de cualquiera de ellas, siendo éstas las que determinan si estamos hablando de uno u otro tipo. Por ejemplo, un apartamento no puede de ninguna de las maneras disponer de terreno. En cuanto a diferenciarla de otros tipos de vivienda como se indicaba anteriormente, en España es muy complicado a veces distinguir una casa de un piso, que es el tipo de vivienda más utilizado como residencia habitual. Dicha diferencia radica en que un piso forma parte de una edificación mayor, generalmente de más de una altura, mientras que la casa es una edificación indivisible por definición.
En los últimos años, las casas han ido evolucionando radicalmente en los materiales tanto de construcción estructural como de decoración interior de las mismas. En cuanto a los primeros, hasta finales del siglo XX, los materiales más utilizados para la construcción fueron el ladrillo, hormigón y acero. Poco a poco los dos últimos y los nuevos materiales se han ido imponiendo ante las necesidades arquitectónicas contemporáneas. A finales del siglo pasado se tendió a ir utilizando materiales más "limpios" como el acero, hormigón y cristal como evolución natural de los espacios habitacionales y poco a poco, llegando a la actualidad, se ha ido imponiendo el concepto de casa ecológica y sostenible. Materiales cada vez más naturales, como las piedras, maderas sostenibles como el bambú, plásticos y metales reciclados; siempre con el objetivo de optimizar al máximo los recursos naturales siendo respetuosos con el medio ambiente y con la sobreexplotación de recursos.